Y soy tan estúpido de incluir en listas y recopilar impulsivamente aquello que no lo merece.
Una vez llegados a este punto me cabe pensar si en verdad estoy capacitado para juzgar aquello que me rodea. Porque el hecho de que carezca de la virtud de ser invulnerable y a la vez atractivo a los elementos de interés que componen el mundo exterior, requiere que yo haga un continuo análisis del medio.
Ha quedado claro, con el paso de los años que soy completamente incapaz de realizar esto de forma concluyente...por lo tanto, creo que voy a abandonar mi delicadeza, mis modales, mi paciencia y piedad. Voy a dejar de ser un caballero y voy a convertirme en un canalla.
Se acabó, Ras, te diré una cosa antes de embarcar hacia el este:
Recuerda, mi buen amigo, que sólo hay botín, sea mujeres, dinero o poder.
Lo demás únicamente merece el tiempo que tardes en apretar el gatillo del revólver.
¿Estados?¿Leyes?¿Familia?¿Amor?
El caballero de fortuna se ha cansado, por lo que veo. No se lo recrimino, ¿quién no acaba haciéndolo?
ReplyDeleteBuen texto, y, como ya te he dicho, me encanta la última parte.
Si en verdad el caballero de fortuna...tiene de caballero los modales, porque no es otra cosa que un canalla con una bella carcasa.
ReplyDeleteLo siento, pero en esta ocasión difiero de tu criterio.
ReplyDeleteAún en caso hipotético de que no quedasen razones o fuerzas para seguir siendo lo que se espera de ti, se debe hacer acopio.
No obstante, cierto es que todos nos cansamos y por tanto, nos quejamos.
Mmmm...de quién estás hablando?
ReplyDeleteEl personaje no tiene familia y decide cambiar de estilo de vida, eso es todo!